Bien dice la frase que “el mundo odia el cambio, pero es lo único que trae progreso”. 

Los seres humanos estamos hechos para quedarnos -por comodidad, miedo o aceptación- en el mismo lugar. El cambio siempre representará la evolución de algo, pero también el riesgo de equivocarse. 

En esta época de constantes avances en todos los sectores no tenemos más opción que movernos y es precisamente lo que hace el nuevo gobernador Sergio Salomón Céspedes con lo que calla muchas bocas quienes pensaban que se mantendría bajo el mando de la familia Barbosa como sus jefes políticos.

Zaz, para quienes pensaron que el diputado con licencia no cambiaría uno de los grandes problemas que tuvo el estado durante cuatro años: la actitud del líder.

Todos, absolutamente todos tenemos nuestras formas. Algunas pueden parecer correctas, inapropiadas, agresivas o hasta absurdas, pero en lo público se debe respetar al otro bajo cualquier circunstancia basándonos en que somos seres individuales que tenemos -casi todos- la capacidad de decidir por nosotros mismos y si eres gobernador pues requieres de un equipo que no sólo cumpla con el cometido, sino que evite meterte en problemas innecesarios.

Y es que, bien dicen que “cuando vienen tiempos de cambios algunos construyen muros y otros molinos”.