En el foro “Eutanasia: Un Análisis de la Situación Actual”, diputadas, diputados y especialistas externaron sus opiniones respecto a la importancia de legislar sobre el tema y garantizar una muerte digna a pacientes en estado terminal.

Durante el primer día de la Semana Nacional de la Eutanasia, donde se llevaron a cabo las dos mesas: “Eutanasia: una perspectiva bioética” y “Eutanasia y muerte digna como derecho humano”, el presidente de la Comisión de Salud, diputado Emmanuel Reyes Carmona (Morena), dijo que se espera que en un futuro no muy lejano se pueda ir a la regulación.

Asimismo, que la eutanasia sea considerada una opción para todo paciente que se encuentra en un estado terminal, “pero que nunca sea algo obligatorio, sino que sea una opción para quien decida asumirlo y se le garantice un final feliz”.  

“Tenemos que reconocer que México es un Estado liberal, democrático que reconoce la autodeterminación de las personas y la protección de los derechos humanos, bajo esta lógica no se puede obligar a ninguna persona para que puedan adoptar o no esta consideración de la eutanasia”, agregó.

Indicó que la regulación implica que el Sistema de Salud esté capacitado, sea competente y que en todas las instituciones de salud y hospitales se encuentre un especialista, a fin de poder garantizar esta opción en el momento en el que él o la mexicana lo decida. Precisó que la reforma implicaría modificar leyes secundarias y constitucionales; por ello, “es importante la participación de los diferentes grupos parlamentarios en este tema”.

La diputada Claudia Selene Ávila Flores (Morena) consideró que “la legislación de la eutanasia debería aplicar para todas las personas, sin embargo, tendría que ser de manera optativa”. Celebró esta iniciativa y la participación de ponentes, quienes enriquecerán el tema que desde hace muchos años se debate en la esfera de lo público, pero, que no ha encontrado su respuesta.

Comentó que la vía jurídica de todas las aristas que tiene este tema se va a analizar a lo largo de este foro. “Sin duda alguna es necesario ponerlo en la Carta Magna; si no está anclado como un derecho humano fundamental, me temo que ningún esfuerzo que se vaya empujando podrá cristalizarse”.  

También de Morena, la diputada Angélica Ivonne Cisneros Luján mencionó que hay alrededor de ocho estados que tienen legislaciones locales enfocadas a la dignidad de las personas en estado terminal, algunas de ellas y otras similares a la Ciudad de México en el concepto de voluntad anticipada y que tiene que ver con la muerte digna.

Sin duda, dijo, “durante este importante evento se tendrán que analizar todas estas experiencias de esos estados que ya han legislado al respecto, pero no tan sólo desde el ámbito de la legislación, sino también desde el ámbito de los servicios de salud que han tenido la obligación de aplicar dichas leyes”.  

De la misma bancada, la diputada Olegaria Carrazco Macias mencionó que este foro es algo importante que va a dar buenas herramientas para sacar una legislación en un tema tan importante como es la eutanasia. “Todas y todos podemos apoyar este tipo de eutanasia; por ello, es importante entender lo que es y porque es opcional”.  

“Es un tema muy polémico, nosotros que somos parte del Sistema de Salud por más de 30 años, tanto en la universidad como en una institución, nos falta un poco más de información y tener una cierta cultura en relación a la eutanasia y aceptarla como varias etapas de la vida que tenemos, ya que la muerte es otra más que tenemos como la de nacer”, dijo.

En tanto, la diputada Olga Leticia Chávez Rojas (Morena) destacó la importancia del tema y estimó que falta amplitud sobre él. Mencionó “que un niño enfermo quiere dormir y no despertar; pero las madres nos comportamos egoístamente de no querer dejar de ver al niño”.

Resaltó que el sufrimiento no sólo es para la persona enferma, sino también para la familia, para la sociedad, para todos. Consideró que “así como tenemos el derecho a una vida digna, también a una muerte digna”.  

La diputada Simey Olvera Bautista (Morena) indicó que este tema lleva más de 40 años en debate; “pero nosotros pensamos que es nuevo porque no se ha socializado y celebró que se hagan estos foros para conocer las ideas de los expertos.

Sostuvo que la legislación sobre este tema debe ser prioritaria, “es una situación que el Estado no debe intervenir en esas situaciones que son personales o familiares”. Se pronunció porque “vayamos dándole paso a este tipo de iniciativas en conjunto”.  

De la Facultad de Medicina de la UNAM, Jennifer Hincapie Sánchez, resaltó que es necesario legislar sobre la eutanasia por la subjetividad y variabilidad de la idea de una muerte digna; es decir, “yo puedo pensar y concibo así que la muerte digna es una muerte sin dolor y sin padecimiento, pero puede haber otras personas que no lo conciban de esta manera”. Entonces, es importante presentar la eutanasia como una opción que el Estado está obligado a brindarle a sus ciudadanos para que puedan dar continuidad o, en este caso, final a su plan de vida.

Subrayó que no existe una única vía para alcanzar la muerte digna, y legislarla de manera adecuada fomenta en la ciudadanía la toma de decisiones autónomas. “El respeto por la autonomía de las personas permitirá desmitificar la muerte digna y con ello también desmitificar la eutanasia, entender que la elección es de una persona, es de carácter individual no de una colectividad”.

“Es complicado, pero, podemos lograrlo”

Luis Enrique Juárez Villegas, del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, mencionó que algunos países ya consideran la posibilidad de la eutanasia en la edad pediátrica. Entonces, “si podemos lograrlo, podemos buscarlo, es complicado por la situación en la que se encuentran de vulnerabilidad los niños y por las decisiones que se tienen que tomar de manera consensuada y compartida.

Comentó que aún la buena aplicación de cuidados paliativos dirigida hacia la cobertura de las necesidades del paciente, particularmente un niño, puede tener como una conclusión la solicitud de la eutanasia; “porque los niños pueden seguir teniendo dolor o sufrimiento insoportable aun con todos los cuidados que se le están dando”; por lo que consideró importante escuchar a los pacientes”.

Tirso Zúñiga Santamaría, del Instituto de Neurología y Neurocirugía, señaló que es necesario un trabajo legislativo para establecer con claridad quiénes serán los titulares de estos derechos y los medios para asegurar y exigir su cumplimiento. Estimó que en este evento se pueden sentar las bases para seguir adelante con una legislación que es necesaria a todas luces para poderle ofrecer algo más a estos seres humanos que sufren.

Refirió que “desafortunadamente el ser humano no tiene conciencia de su finitud, y no tenemos programado un documento de voluntad anticipada o no pensamos siquiera que vamos a enfermar, mucho menos de que tendremos una enfermedad terminal. Hace falta generar un poco más de conciencia en la sociedad, en la comunidad de manera individual, pero también es necesaria la legislación”.      

Carlos Castillo Rangel, neurocirujano del ISSSTE, explicó que la eutanasia tiene muchas controversias y entre ellas principalmente se frena por las creencias religiosas o entornos sociales. “En medicina hay muchos avances y ello ha permitido que la esperanza de vida aumente, pero, eso no significa que se tiene una calidad de vida adecuada ni que siempre sean las condiciones óptimas”.  

Señaló que es necesario hacer la conceptualización adecuada o el cambio de palabras en la definición de eutanasia, asimismo, difundir lo que es el derecho a una muerte digna después de un sufrimiento crónico. “Considero que debemos hacer conciencia en todo el país, explicar el sufrimiento de muchos pacientes y decir que la eutanasia es una asistencia para quitar dolor a muchos pacientes”.

Sentar bases legales

En la conferencia magistral “¿Qué es (y qué no es) la eutanasia?”, Paulina Rivero Weber, doctora en Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó que en cualquier parte del mundo no puede cambiar el concepto de eutanasia, ya que está reconocido como un acto médico llevado a cabo a petición expresa del paciente para poner fin a su vida, cuando ya no desea vivir una agonía larga y prolongada en dolor y sufrimiento.

Afirmó que las bases legales para la eutanasia, lo único que estarían dando es protección y que se pueda llevar a cabo de manera correcta; “si existe un camino legal, estamos protegiendo a los pacientes que pudieran pedir la eutanasia, “es opcional y la legalización lo que permite es el acceso a ella, y no la obligatoriedad”.

“La legalización no nos está diciendo que todos vayamos a tener eutanasia, sino que aquellos que la pidamos, la podemos pedir con la seguridad de que va a haber un marco legal para que seamos tratados con dignidad; que no se nos va a dar un kit para que lo apliquemos en casa, sino que habrá un médico que va a saber hacer las cosas y que nos acompañe en el proceso; debe ser un acto para toda la sociedad y no para los privilegiados económicamente”, precisó.


Como parte del foro “Eutanasia: Un Análisis de la Situación Actual” y en la “mesa de diálogo 1: Eutanasia, bioética y derechos”, Fabiola Villeda Cortés, bióloga de la UNAM dijo que la eutanasia implica la muerte sin sufrimiento que se practica a pacientes incurables y quienes usualmente padecen dolores físicos, intolerables y persistentes como causa de enfermedades fatales. “La eutanasia no es una opción para no brindar un tratamiento que sea costoso, una persona no pueda pagarlo, ni dejar abandonado al paciente”.

“Las tecnologías han cambiado la forma en la que entendemos la vida y la muerte; estas no pueden ser entendidas como eran hace 60 años y por lo mismo generan muchos debates éticos respecto a cómo deben actuar las y los médicos tanto en el ámbito de la medicina como en el legal”, comentó.  

De la UNAM, Pauline Capdevielle, expuso que la laicidad no es una opinión sino un principio constitucional y México tiene una larga trayectoria; surge desde el Siglo XIX y “se tiene el ordenamiento jurídico más robusto en materia de laicidad”. Además, las normas civiles aplican a todo el mundo, mientras que las religiosas son de forma voluntaria.

Añadió que las creencias religiosas no pueden ser un parámetro de interpretación de los derechos humanos de las personas ni mucho menos pueden ser para vulnerarlos; al contrario, un Estado laico merece una legislación lo suficientemente neutra e incluyente para que las personas puedan ejercer su derecho a escoger las opciones de su vida y de su muerte.

Una cosa es el suicidio y otra la eutanasia

En la “mesa de diálogo “2: Vivir a fuerza”, Alejandro Herrera Ibáñez, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, mencionó que desde 1997 se viene hablando del tema, pero no se ha logrado nada, cuando otros países ya han legislado. Afirmó que vivir es un derecho renunciable, “ya que hasta morir es un derecho; el suicidio, es un derecho moral. No es una obligación vivir, pero una cosa es el suicidio y otra la eutanasia”.

Puntualizó que la eutanasia debe reglamentarse bajo ciertas condiciones, ya que parte del contexto de un enfermo sumamente grave. Sugirió a las y a legisladores reglamentar bien y correctamente, en donde se respete la voluntad del paciente. “Está claro que se debe legislar”.

Vía zoom, el doctor César Palacios Gómez, de la Universidad de Oxford, explicó que en el Reino Unido y en otros países, se discute si las condiciones del sufrimiento en los pacientes tienen que ser de sufrimiento físico o psicológico. “Si uno legisla de cierta manera, y se enfoca en el sufrimiento físico sobre el sufrimiento psicológico eso quiere decir que un gran porcentaje de pacientes quedan fuera”.

Indicó que se debe tener claro qué es lo que se hará en los casos más complicados: si se dejarán de lado y decir que se ven en el futuro o de plano se concluye en hacer una labor intelectual y legislativa. “Debemos estar pendientes cuando la gente intenta meter el argumento de los cuidados paliativos para descarrilar la conversación sobre la eutanasia”.