La Secretaría de la Defensa Nacional realiza investigaciones a partir de trabajos de inteligencia, los cuales previenen delitos y revelan operaciones de la delincuencia organizada, afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Se tiene que hacer investigación, que no es espionaje. Es distinto. El Centro de Inteligencia del gobierno hace investigación porque nosotros sostenemos que es muy importante; (…) inteligencia para no usar la fuerza. Es mejor la inteligencia que la fuerza”, subrayó.

En conferencia de prensa matutina, el mandatario aclaró que, a diferencia de sexenios anteriores, el Gobierno de la Cuarta Transformación no espía ni intimida a civiles, activistas y periodistas, por lo que actúa de forma legal.

“Nosotros no espiamos a nadie. No es el tiempo de los gobiernos neoliberales, nosotros hicimos aquí el compromiso de que no íbamos a espiar a ningún opositor. (…) No hay ninguna instrucción para que se espíe a ningún opositor ni a ningún periodista”, enfatizó.

Como parte de la Estrategia Nacional de Seguridad, explicó el jefe del Ejecutivo, las labores de inteligencia previenen actos de sabotaje.

“El Estado tiene como propósito proteger a las personas, a todos, entonces para eso se requiere inteligencia”, remarcó.

Refrendó el compromiso de proteger los derechos humanos y la libertad de expresión, además de su confianza al personal del Centro Nacional de Inteligencia y de la Sedena.

“Les tengo confianza a los mandos porque saben muy bien que está prohibido el espionaje, es decir, no somos iguales”, puntualizó.

Recordemos.

Diversos medios como Proceso, Animal Político, Aristegui Noticias, Artículo 19, documentaron, desde hace un años, como las Fuerzas Armadas de México espiaron a un defensor de derechos humanos y a periodistas que investigaban denuncias de que soldados habían acribillado a personas inocentes, según consta en documentos, lo que brinda pruebas claras del uso ilegal de herramientas de vigilancia contra civiles por parte del ejército.

Durante años, el gobierno ha estado implicado en escándalos por el uso de spyware o un programa espía sofisticado en contra de una amplia gama de personas que se enfrentan a los líderes de México. Pero los expertos en vigilancia indican que esta es la primera vez que surgen pruebas documentales que comprueban de manera definitiva que el ejército mexicano espió a ciudadanos que intentaban dar a conocer sus fechorías.

Documentos y entrevistas muestran cómo el espionaje que mancilló al gobierno anterior ha continuado en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prometió que su gestión no llevaría a cabo este tipo de vigilancia, que calificó de “ilegal” e “inmoral”.

Las fuerzas armadas de México, indican los juristas, no cuentan con autorización para espiar a civiles, pero el ejército, que en el mandato de López Obrador se ha vuelto aún más poderoso, desde hace mucho tiempo ha hecho uso de tecnología de espionaje.