La preparatoria es una etapa formativa importante en nuestras vidas: además de ser el paso a una carrera profesional, es un periodo de definiciones en la amistad y en vocaciones deportivas, expresó la rectora María Lilia Cedillo Ramírez, ante graduados de las preparatorias del Complejo Regional Centro, 2 de Octubre de 1968, Emiliano Zapata, Benito Juárez García y Enrique Cabrera Barroso, en cuyas ceremonias fungió como madrina de generación.
“La prepa es la etapa de nuestras vidas que nunca olvidamos, siempre está presente: allí conocimos al mejor amigo, así como al maestro que a menudo es nuestro guía y consejero. Así también, es una etapa propicia para despertar vocaciones deportivas”, consideró.
La rectora de la BUAP presidió estas graduaciones en ceremonias por separado, Así, entregó los diplomas correspondientes a los 780 egresados de las preparatorias del Complejo Regional Centro; 806, de 2 de Octubre de 1968; 496, de General Emiliano Zapata; 619, de Benito Juárez García; y 504, de Enrique Cabrera Barroso Urbana.
Tras felicitar a sus padres y docentes por ser acompañantes y guías para que los estudiantes culminen este ciclo escolar, ante cientos de preparatorianos expresó: “De los eventos protocolarios a los que asisto, no hay como una graduación: aquí se respira alegría, emoción, buena vibra, euforia”.
A los estudiantes manifestó sus deseos de que continúen con éxito su educación superior. De ser así, y a quienes ingresen a las licenciaturas en Medicina o Biotecnología de la BUAP, les dijo: “Allí nos encontraremos, como estudiantes y docente, en materias como Inmunología o Bioestadística. Me dará mucho orgullo reencontrarlos y verlos como mis estudiantes”.