El ex secretario de Infraestructura Municipal en el trienio de Claudia Rivera Vivanco, Israel Román Romano, dejó atrás las playeras percutidas y los tenis rotos. Hoy es un caballero, en su muy particular estilo, de la cuarta transformación.
Nuestro personaje, presume en sus redes una foto de perfil digna de la actual clase política, una pintura de su rostro, como si fuera “el Dorian Gray” de la aldea.
Román Romano no heredó una fortuna, pero si se sacó la lotería cuando Claudia arribó al Charlie Hall. Su vida dio un viraje de 360 grados; los años de penuria terminaron.
Ahora, está obsesionado con la idea de poder ser joven y bien parecido para así alcanzar nuevamente un hueso en la cuarta transformación.
Se cuenta, en los pasillos de Palacio Municipal, que al menos siete familiares de nuestro personaje estuvieron en la nómina del gobierno municipal, en distintas posiciones y áreas. Aquí aplica la máxima del ex presidente José López Portillo: “Son el orgullo de mi nepotismo”.