En Puebla está en ciernes una nueva clase política.

Bajo el estandarte de la Cuarta Transformación, estos actores buscan consolidar el proyecto obradorista, encabezados por Miguel Barbosa.

Cuatro años transcurrieron desde su arribo al poder; ahora, trabajan en dar continuidad a estas políticas y, por ende, a un relevo generacional que les garantice la sobrevivencia política de sus ideales.

Y para reafirmar su lealtad al proyecto de nación del hijo favorito de Macuspana, las huestes morenistas, petistas y demás fauna de la política marcharon para cerrar filas y mostrar el “músculo”, de cara al proceso electoral del 2024.

Para Miguel Barbosa, la marcha del domingo fue una gran fiesta cívica, en donde presumió que participaron poco más de 100 poblanos, quienes corearon al unísono: “¡Honesto, valiente, así es mi presidente!”.

El gobernador de Puebla comandó la marcha, flanqueado por una nueva clase política y también suspirantes a sucederlo o a un cargo de elección popular, léase Olivia Salomón, Sergio Salomón, Miguel Huerta, José Antonio Martínez García, Alejandro Armenta, Olga Lucía Romero García Crespo, Irene Olea, Ariadna Ayala, Armando Ruiz, Juan Rivera, Gabriel Biestro, quienes en todo momento vitorearon los líderes políticos y morales del estado: Andrés Manuel López Obrador y Miguel Barbosa.

El punto de partido de dicha movilización, como muchas más, fue en el tradicional “El Gallito”, en el Paseo Bravo. Ahí los contingentes se arremolinaron para mostrar el músculo de la 4T, quienes se identificaron no solo con lonas y pancartas de su respectivo municipio, sino también con gorras alusivas al movimiento político de Morena.

Desde temprana hora arribaron en sus respectivos camiones, para posteriormente encontrarse en el Paseo Bravo y avanzar sobre Reforma hasta el zócalo de la ciudad de Puebla; ahí, un escenario -que había sido montado un día antes, los esperaba para gritar a todo pulmón el orgullo obradorista y barbosista.

Había de todo, acarreados, académicos, burócratas, deportistas, ex entrenadores del Club Puebla, como José Luis Sánchez Solá, hasta danzantes, de las diferentes regiones del estado. El pueblo bueno y sabio tomó las calles, coreó al unísono su devoción por las acciones de los gobiernos de la Cuarta Transformación.

Pero no iban solos en su andar, el gobernador acompañó a los cientos de poblanos que caminaban hacia el corazón de Puebla, y en medio de empujones, saludos y sonrisas; se mostró contento de que su gente respondiera a su llamado.

Al llegar al escenario, Miguel Barbosa sostuvo que en Puebla hay respeto, diálogo y sinceridad entre las distintas formas de pensar, además de que se está consolidando una nueva clase política, “estamos unidos y solo unidos se pueden hacer esta clase de movimientos”, señaló.

El motivo de reunirnos, insistió el mandatario estatal, es para dejar claro que Puebla es tierra obradorista y hacer hincapié en que la transformación sigue y que seguiremos avanzando por el bien de nuestro país.

“Nuestra vocación es la de hacer justicia y combatir la corrupción, la de combatir la inseguridad, la de apoyar a las y los más vulnerables. Por eso somos parte de la Cuarta Transformación”, enfatizó Barbosa Huerta.

“La Cuarta Transformación no termina en 2024, se ha sembrado la semilla del cambio y la semilla de la honradez”, enfatizó el mandatario estatal, quien concluyó su intervención con las siguientes frases: “¡Que viva Puebla! ¡Que viva la Cuarta Transformación! ¡Que viva López Obrador!”

Previo a la intervención del gobernador Barbosa, la alcaldesa de Atlixco, Ariadna Ayala, celebró la participación de los ciudadanos en este tipo de ejercicio. “El pueblo salió a marchar para que no regresen malos gobiernos, actualmente hay dos hombres que encabezan un gobierno cercano a la gente. Aquí está Puebla, presidente, y aquí su gobernador”, dijo.

Las calles del centro histórico fueron testigos de que contingente tras contingente exhibieron en todo su esplendor el apoyo al presidente Andrés Manuel López Obrador y a la Cuarta Transformación. El último contingente salió del Gallito a las 13:50 y llegó al zócalo a las 14:20 horas.

Cada contingente atendió el llamado, marcharon sin parar, las fotos y las selfies estaban a la orden del día para presumir su pase de lista en esta marcha.

Por más de cinco horas, los seguidores de López Obrador aguantaron el sol y sus gritos no cesaron ni un momento. Y así como llegaron, también se fueron, en pequeños contingentes para encontrarse con sus demás compañeros y emprender su viaje de regreso.

Mientras iniciaba su camino de regreso, un ejército de autobuses ya estaba listo para recibirlos nuevamente y llevar a su destino al pueblo bueno que tanto presume la Cuarta Transformación.

Y es que, de cara a las próximas elecciones, la lealtad de los ciudadanos y simpatizantes con López Obrador y con Miguel Barbosa debe mantenerse intacto y no dejarlo ensuciar, porque si algo saben los políticos, es que, sin el apoyo del pueblo, el proyecto no logrará consolidarse; pero este domingo, Barbosa mostró de qué está hecho y el músculo que trae en Puebla, y esa sonrisa que se dibujó en toda la marcha se mantendrá por un largo tiempo.