La tómbola y los sorteos son el sello de la administración obradorista; primero un avión, luego una consulta, y ahora las mañaneras.
A partir del 18 de abril, justo cuando apenas agarran aire con el domingo de Resurrección, la Coordinación General de Comunicación Social decidió, por no decir que se aventó la puntada, que los lugares de las primeras tres filas se asignarán, media hora antes de la mañanera, a los reporteros a través de un sorteo con la finalidad de que “todos tengan la oportunidad de sentarse en dichos lugares”.
Si bien antes se asignaban conforme iban llegando, ahora cambiaron las reglas del juego -como el Big Brother-, y los “afortunados” podrán estar en una de las 14 sillas de la primera y segunda fila, o de los seis asientos de la tercera, para ver de cerca a su líder supremo.
Pero ahí no acaba la sorpresa, porque aquellos reporteros que hayan preguntado el día anterior, no podrán participar en el sorteo y tendrán que irse a la cuarta fila o hasta gayolas.
¿Cuál es la finalidad de esta tremenda decisión? Según, para que los periodistas que asisten -obligadamente- a las mañaneras, les sea “más fácil” cuestionar al presidente Andrés Manuel López Obrador en el Salón de Tesorería de Palacio Nacional.
Pero bien dicen que nunca dan un paso sin huarache, y las letras chiquitas del comunicado aclaran: “La asignación de lugares no garantiza que se les otorgue el uso de la voz, esto seguirá dependiendo de la designación que hace diariamente el Presidente”, señala el comunicado oficial.
O sea, queda igual, porque el hecho de sentarse hasta adelante no es garantía que los dejen preguntar, y ese es otro sorteo no dicho para ver quién será el suertudote para plantear temas que generan polémica o que le sigan el juego al presidente.
¿Quienes podrán participar? los medios que estén en estas seis categorías: Televisión, Radio, Prensa escrita, Digital, Multimedia y Redes sociales.
Ya no veremos, como era costumbre, a lord molécula y sus acompañantes, en las primeras filas y esperando el momento para endulzar el oído del presidente. Veremos a los mismos reporteros, donde su rotación y participación será más a la suerte.