Enrique Peña Nieto no duerme, los nervios lo carcomen. No es la 4T, ni el presidente Andrés Manuel López Obrador quien le quita el sueño.
Paulina, la hija mayor, se casa en octubre de este año y eso tiene inquieto al penúltimo inquilino de Los Pinos. Es la primera boda y el oriundo de Atlacomulco quiere echar la casa por la ventana, relata el periodista Alberto Tavira en su columna “Política para guapos”, la cual se publica en el periódico El Independiente.
Paulina, quien nació en 1995, es la primogénita de la descendencia que Peña Nieto tuvo con su primera esposa Mónica Pretelini Sáenz (fallecida en enero de 2007); los otros dos hijos de ese matrimonio son Alejandro (1998) y Nicole (2000).
En septiembre de 2021, Paulina Peña Pretelini gritó a los cuatro vientos, con suficiente antelación, que se despedía de la soltería. Cuando Fernando Tena, sí, el hijo del ex futbolista Luis Fernando Tena Garduño, le entregó el anillo en Nueva York; ahora, hizo público, a través de su cuenta de Instagram, la fecha para la boda: 1 de octubre de 2022.
Paulina Peña Pretelini y Fernando Tena optaron por casarse en Madrid, España, y, según Tavira, planean una recepción para poco más de 200 invitados.
Los novios prefieren no hacer ruido en México, para no molestar a la nueva clase gobernante, y despertar el apetito de llevar al ex mandatario del Estado de México a los tribunales, pese al pacto de no agresión que tiene con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Paulina Peña lo sabe y prefiere llevarse lo reflectores al viejo continente, lejos de los tentáculos de la 4T.