La fiesta brava, esa eterna discusión entre las personas que están a favor y los que están en contra, cada uno expone sus argumentos y los motivos que los orillan a impulsar acciones donde se destaque lo bueno y lo malo de esta práctica que se realiza desde hace cientos de años.
Mientras unos señalan las ventajas, incluso, económicas de lo que esta fiesta significa en México; otros visibilizan el sufrimiento al que son sometidos los toros de lidia.
Y como aquí no queremos parecer villamelones, Fauna Política se dio a la tarea de buscar los pros y los contras de este tema tan polémico que, incluso, en días pasados se decretó como definitiva provisional toda actividad taurina en la Monumental.
Los que están a favor
Al ser una práctica muy arraigada en México, fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial, misma que ha sido aprobada en nueve estados: Aguascalientes (2011), Tlaxcala (2012), Hidalgo (2012), Querétaro (2012), Guanajuato (2013), Zacatecas (2013), Colima (2016), Nayarit (2019) y Nuevo León (2022); sin embargo, en el caso de Nayarit la corte revirtió el decreto.
De acuerdo a la Asociación Mexicana de Tauromaquía, la fiesta brava genera 80 mil empleos directos y más de 145 mil indirectos anualmente; y el valor anual global asciende a 5 mil 451 millones de pesos, así como una asistencia anual de 3.6 millones de espectadores a las diversas Plazas de Toros en el país.
Tan solo en 2018, esta industria reportó que el valor estimado que alcanzó fue de $6 mil 961 millones 691 mil 274 pesos; se lidiaron seis mil 516 animales en dos mil 340 eventos la cual contó con una asistencia de 4.9 millones de personas. Además, 541 plazas fueron sedes de las fiestas bravas, de las cuales, 188 fueron fijas y 353 artesanales; y las ganaderías también generaron 83 mil 84 empleos directos y 147 mil 411 indirectos.
La primera corrida que se realizó en México fue en 1526, y la Ganadería de Atenco es la más antigua del mundo, ya que fue fundada en 1522; en el país existen 258 ganaderías de registro de lidia que genera dos mil 64 empleos directos y mil 26 indirectos, este sector involucra a otros agentes como los productores primarios, empresarios, artistas, industria de alimentos, farmacéuticos, medios de comunicación, entre otros, lo que implica una derrama económica bastante importante en el país.
La Monumental Plaza de Toros en México, 76 años de existencia, es la más grande del mundo al tener una capacidad de 41 mil 262 personas y en llenos totales se ha registrado entre 45 mil y 48 mil aficionados donde han desfilado distintas personalidades entre artistas, políticos, empresarios entre otros; sin embargo, la Feria Nacional de San Marcos puede presumir con tener el evento taurino más importante de este sector, ya que es la principal actividad de esta fiesta que se realiza año con año.
Los que están en contra
Aunque México es uno de los ocho países taurinos que hay a nivel mundial (Colombia, Perú, Venezuela, España, Portugal y Francia), esto no fue un impedimento para que cientos de voces exijan su desaparición, dado que los tiempos han cambiado y no se puede tolerar más el maltrato animal.
A nivel nacional, los estados que prohibieron las corridas de toros son Sinaloa, Sonora, Quintana Roo, Coahuila y Guerrero, a través de la Ley de Protección a los Animales; una prohibición a la que se suman varios sectores de la sociedad al exigir la cancelación de la tauromaquia en México.
De acuerdo a varias organizaciones, la fiesta brava se resume a que se trata de un animal torturado y asesinado; por lo que resulta absurdo categorizar a un toro con los adjetivos de valentía, la bravura y honor; por lo que su muerte no es digna y tampoco es para hacer un favor al toro, ya que al final termina en una “sala de despiece para ser destinado al consumo humano”, señalan las organizaciones.
De igual manera señalan que los toros, en un estado natural, no demuestran ninguna bravura a menos que estén en una lucha territorial, si está en peligro o está en proceso de reproducción; sin embargo, acusan a los organizadores de las corridas de toros de drogar y atemorizar a los animales antes de entrar a la plaza.
Aunque algunas corridas se hacen en honor a santos -como la de San Marcos en Querétaro- la Iglesia Católica es otro sector que también se ha pronunciado en contra de la fiesta brava, en 1567 se promulgó una bula papal por Pío V consideró estos espectáculos como cruentos y torpes e incluso amenazó con excomulgar a quienes los fomentaran; esta advertencia la volvió a hacer en 1920, donde el Vaticano las condenó apegándose a lo declarado por Pío V; y Juan Pablo II habló en su momento al recordar que la biblia no hace distinción entre hombres y animales.
Qué pasa en Puebla
Después de que el Juez Primero de Distrito en Materia Administrativa, Jonathan Bass Herrera, concedió la suspensión definitiva a la organización Justicia Justa para que en la Monumental Plaza México de forma indefinida se interrumpieran las corridas de toros, pero Puebla es uno de los puntos cercanos donde aún se celebra la fiesta brava.
Aunque en 2005 el gobierno del estado les quitó las licitaciones, en 2021 -después de la pandemia- anunciaron con bombo y platillo el regreso de la fiesta brava; pero con esta medida aplicada recientemente en la Monumental, no faltó la iniciativa para repetir este escenario en Puebla.
La propuesta a cargo de la diputada Guadalupe Leal Rodríguez, emanada de Acción Nacional, pretende reformar la Ley de Bienestar Animal del estado de Puebla para prohibir no solo las corridas de toros, sino también las peleas de gallos, donde se plantean sanciones de hasta cuatro años de prisión y 400 veces la UMA (Unidad de Medida y Actualización) que representa una multa por hasta 38 mil 488 pesos.
En caso de que los actos de maltrato o crueldad provoquen la muerte del animal, las penas incrementarían a ocho años de prisión y multas de 200 a 500 UMAS, lo que equivaldría de 19 mil 244 pesos a 48 mil 110 pesos.
A decir de la diputada, esta propuesta cuenta con el apoyo de un sector de la ciudadana que ha manifestado su rechazo contra estas prácticas, por lo que esta iniciativa, señala, también fortalecería al Instituto de Bienestar Animal para que las denuncias se hagan por escrito, vía telefónica, medios electrónicos oficiales, por comparecencia o cualquier otro método que se determine.
Si bien no es la primera vez que se presenta esta propuesta, el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, ya reaccionó y a pregunta expresa en su tradicional conferencia matutina aseguró que lo ideal es abrir el debate.