Como si se tratara del cuento de nunca acabar, el presidente Andrés Manuel López Obrador no se cansa de alardear de encabezar un gobierno trasformador, disruptivo; sin embargo,  como si fuera un disco rayado, repite las prácticas de sus antecesores, de las tan criticadas administraciones neoliberales.

Una de ellas, la opacidad.

En lo que va de la administración lopezobradorista, la principal característica que han enarbolado es la de ocultar y dilatar información de dominio público; incluso, en un afán de proteger sus intereses le declara la “guerra” a su peor enemigo como los organismos autónomos, o como si se trata de un personaje ligado a Hitler, amaga con desaparecerlos, como es el caso del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, con tal de hacer su verdad única y absoluta.

Por enésima vez, el famoso INAI, nuevamente, pone contra las cuerdas a la administración federal, al solicitar -porque puede y tiene el poder- a la Oficina de la Presidencia de la República informar sobre la encuesta que sirve de base para la iniciativa con la que se busca eliminar el horario de verano en México, determinación que seguramente incomodará nuevamente al inquilino del Palacio.

Y para que esto comenzara a calar las conciencias obradoristas, el asunto se presentó ante el Pleno y el comisionado Adrián Alcalá Méndez manifestó que este asunto es trascendental y relevante, porque tiene que ver con las decisiones administrativas para eliminar el horario de verano en nuestro país.

“Considero de la mayor relevancia conocer la forma en que se llevó a cabo esta encuesta, la metodología utilizada y los resultados obtenidos, para que la sociedad esté en condiciones de opinar y de conocer los argumentos que sustentan la iniciativa que presentó el titular del Ejecutivo Federal para la eliminación del horario de verano, al ser una medida que ha venido implementándose desde hace más de 20 años y, sobre todo, que tiene un impacto puntual en los residentes de la frontera norte de este país”, destacó.

Alcalá Méndez recordó que este tipo de cambios, que algunos han calificado como inventos sin sentido y desfiguros, México ha tenido una serie de cambios en las adecuaciones en sus horarios, el principal de ellos por motivos comerciales y económicos. En 1996 se publicó el Decreto por el que se establecieron estos husos horarios estacionales, los argumentos: la disminución de la demanda de energía eléctrica, reducción en el consumo de combustibles utilizados en la generación de energía eléctrica, disminución en la emisión de contaminantes, menor consumo de energía eléctrica, abatir costos de producción y proteger el ingreso familiar, así como mayor número de actividades a la luz del día que generan condiciones de seguridad pública.

26 años después, una persona tuvo la osadía de solicitar a la Oficina de la Presidencia de la República la versión pública de la encuesta que hizo u ordenó la Secretaría de Gobernación sobre la aceptación ciudadana del horario de verano, y que ha servido de base para que el presidente de la República anuncie la propuesta de eliminar dicha medida; así como el contrato y/o facturas por la elaboración o adquisición de dicha encuesta y, también, todos los documentos que estén relacionados con ese ejercicio, y con ello demostrar que no se trata de una ocurrencia, como las varias que ha sacado este sexenio.

En su respuesta, el sujeto obligado o sea la Oficia de la Presidencia manifestó su incompetencia -no es novedad- y le sugirió al particular que dirigiera su solicitud a la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Gobernación, o sea, le mandó la papa caliente a otra instancia para lavarse las manos y no cagarla con su respuesta.

Inconforme con la respuesta del sujeto obligado, el particular presentó ante el INAI un recurso de revisión.

En alegatos, la Oficina de la Presidencia de la República reiteró la incompetencia -para variar- y defendió la legalidad de su respuesta inicial, porque no iba a quedar como un tonto, aunque es claro que sí.

Ni tardos ni perezosos, el INAI hizo un análisis a cargo del comisionado Adrián Alcalá Méndez, quien no solo advirtió sino que les recordó que “el sujeto obligado cuenta con diferentes unidades administrativas entre las que se ubican la Oficina de la Jefatura de la Presidencia de la República, la cual tiene múltiples y diversas funciones como lo es la de auxiliar al presidente de la República en la toma de decisiones en asuntos que éste le encomiende, apoyar en el seguimiento de las políticas públicas que, por su importancia o trascendencia en el desarrollo nacional, tengan impacto y también le encomiende el presidente, revisando, con el apoyo de las demás unidades de apoyo técnico, las evaluaciones periódicas (...) con el objeto de poder aportar mejores elementos para la toma de decisiones”.

Tsssss ni para decir que no es cierto, porque el INAI tiene los pelos de la burra en la mano, y con esa prueba, los del gobierno federal quedaron como payasos.

El comisionado Alcalá enfatizó que el mismo presidente de la República ha aceptado, explícitamente, contar con esta encuesta que motivó la solicitud del particular, por lo que consideró que debe darse el acceso a la misma, ya que se encuentra en posesión del sujeto obligado, y si no se acuerdan, pues solo tienen que buscar en las tantas declaraciones que ha dado en sus tan aburridas y polémicas mañaneras.

Además, añadió que, la información que constituye la base documental que sustenta cualquier decisión de carácter administrativo, tomada por los servidores públicos en su ámbito competencial para ejercer sus facultades, atribuciones y competencias, debe ser dada a conocer a la sociedad, a efecto de favorecer un efectivo ejercicio de rendición de cuentas, de conformidad con lo previsto en la propia Ley General y de la Ley Federal de Transparencia, o sea, no pueden hacer cosas nomás por ocurrencias, sino que todo tiene un por qué.

Es por ello que el Pleno del INAI revocó la respuesta de la Oficina de la Presidencia de la República y les dijo que tuvieran los tanates bien puestos para que asuman su competencia y entreguen la información solicitada por el particular, concretamente sobre la encuesta que sirve de base para la iniciativa a efecto de eliminar el horario de verano en México.

Pleito tras pleito

Hay que recordar que no es la primera vez que se da un desencuentro en el gobierno de la 4T con el INAI, la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, por interponer ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación una acción de inconstitucionalidad contra la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil.

Aprovechando su investidura y el poder, en su conferencia matutina, el jefe del Ejecutivo federal afirmó que el INAI se creó en el pasado, junto con otros organismos autónomos, como la Comisión Federal de Competencia Económica y el Instituto Federal de Telecomunicaciones, con el objetivo de proteger a las grandes empresas y a los que se dedicaban a saquear al país, todo ello, con el fin de desprestigiar sus peticiones, declaraciones y hasta competencias.

Caso Loret

No conforme con ello y al no lograr desmentir las investigaciones periodísticas del portal Latinus, nuestro tabasqueño emprendió una campaña en contra de Carlos Loret de Mola; incluso, exigió al INAI realizar una investigación sobre los bienes y percepciones del periodista; sin embargo, su petición fue bateada.

Ante el duro revés, el mandatario lamentó no poder divulgar los ingresos del comunicador y aseguró que ya presentía que su solicitud iba a ser rechazada, aunque era claro que no tenía una justificación válida y legal para lograr su cometido, sino que le apostaba al hecho de que por ser presidente, el INAI se inclinaría ante su berrinche.

“Lo cierto es que yo ya presentía que iban a responder de esa manera, por su actitud, desde que se fundó ese instituto. No permiten que se den a conocer informes sobre lo que ganan los periodistas famosos, que son una minoría, la mayoría de los periodistas gana muy poco y se arriesgan mucho, los que andan en la calle, los que andan haciendo la nota”, respondió el de Macuspana.

“No dan información, no quieren, ahí me voy a quedar con la información que tengo de Loret”, se quejó y pataleó.

Pero el INAI no se iba a quedar con los brazos cruzados y para demostrar que tiene la autoridad para pedir información y además volverse una piedra en el zapato del presidente, comenzó una investigación de oficio al presidente Andrés Manuel López Obrador por la difusión de datos sensibles del periodista Carlos Loret de Mola.

La notificación a Presidencia se hizo el 21 de abril; sin embargo, debido a que la investigación contra el mandatario apenas comienza, no se pueden dar más detalles del proceso.

Dicho expediente se abrió debido a que López Obrador, en la mañanera del 7 de abril, hizo público un comprobante fiscal a nombre de Carlos Loret de Mola por la compra de un departamento.

Desmiente INAI a AMLO

Blanca Lilia Ibarra, comisionada presidenta del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, dijo que ningún comisionado del INAI tiene un ingreso neto mayor al presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Con relación a la información sobre sueldos y salarios dadas a conocer, me permito precisar que la percepción salarial mensual neta de la comisionada presidente del INAI está por debajo de la del presidente de la República”, señaló, exhibiendo así a un presidente que solo le ha dado por lanzar comentarios sin argumentos ni pruebas.

“Las percepciones están establecidas en el Manual de Percepciones de las Personas Servidoras Públicas del INAI para el ejercicio fiscal 2022”, agregó.

Opacidad en la entrega de apoyos

Otro asunto que también les ha sacado más de una ámpula es cuando le exigieron a la Secretaría de Bienestar y Banco del Bienestar informar el monto total entregado a beneficiarios de programas sociales en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Gracias a otro ciudadano chismoso y en aras de hacer pública información valiosa, solicitó a la Secretaría de Bienestar la cantidad de dinero otorgado en programas sociales, a través del Banco del Bienestar, de 2018 al 17 de mayo de 2022.

La dependencia detalló que opera los programas Bienestar de las personas con Discapacidad Permanente; Pensión para el Bienestar de las personas Adultas Mayores, y el Programa Apoyo para el Bienestar de las Niñas y Niños, Hijos de Madres Trabajadoras.

Ahhhh pero de la lana pues básicamente no iban a informar porque básicamente esos montos, dijo en su respuesta, deben preguntárselos al Banco del Bienestar. Fue entonces que el solicitante presentó un recurso de revisión ante el INAI.

En respuesta, esta instancia le dio entrada a la queja  y determinó que la respuesta otorgada por la Secretaría del Bienestar fue imprecisa, pues solo se entregaron datos de dichos programas, pero no abarcan todo el periodo indicado, ¡tómala barbón!

Invento neoliberal

Para nadie es sorpresa que, desde el arribo de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, arremetió y puso la maquinaria propagandística contra los organismos autónomos —aquellos que están fuera del control del Poder Ejecutivo—, por considerarlos una creación del "periodo neoliberal” que absorbe gran parte del gasto público, porque claro, no le conviene que lo estén señalando e investigando cuando él presume una “austeridad franciscana” y son las personas más buenas en la tierra.

Uno de los autónomos que más han estado en la mira del mandatario es el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, al que ha acusado de opacidad en casos de corrupción del sexenio pasado, y en cada oportunidad que tiene, no duda en señalarlo y amenazarlo con desaparecerlo.

Incluso López Obrador puso en duda la autonomía de los organismos, haciendo referencia directa al INAI

“Imagínense, ¿cuánto nos ahorramos en renta de oficinas, en viáticos, en gastos superfluos? El mismo Instituto de Transparencia (cuesta) 1,000 millones de pesos, ¿no puede la Secretaría de la Función Pública hacerse cargo de eso?”, declaró el mandatario a principios del 2019.

“Todos estos aparatos administrativos los crearon para simular que se combatía a la corrupción, para simular que había transparencia, para simular que no había impunidad. Todo fue una farsa”.

Además, López Obrador dijo que este y otros organismos de transparencia sirvieron "de florero" para los gobiernos anteriores, por lo que cuestionó los sueldos de quienes dirigen a los autónomos y acusó que no han dado resultados, especialmente el INAI.

“Puro especialista, experto, doctores graduados en universidades famosas de México y del extranjero, que se distinguían por cobrar bastante por su especialidad, profesionalismo, pues tenían que recibir muy buenos sueldos, pero al mismo tiempo siempre guardaban un silencio cómplice”, dijo el tabasqueño el 9 de noviembre de 2019.

Aunque este enfrentamiento pasó de novela a serie, no dude que en los siguientes meses seguirá achacándole al INAI y a otros organismos el fracaso y los tropiezos que ha tenido, para no evidenciar la incompetencia con la que se ha manejado este gobierno emanado de Morena desde 2018 a la fecha.