Jesús María Tarriba Unger es el hombre del momento. Su relación y futura boda con Claudia Sheinbaum está en boca de todos.
La suya es una historia de amor digna de un guion de Emilio Larrosa, productor de la exitosa telenovela de la década de los noventa: “Dos mujeres, un camino”.
Nuestra feliz pareja se conoció a finales de la década de los ochenta, en la Faculta de Física de la UNAM, tuvieron un romance de poco más de un año; sin embargo, antepusieron sus carreras y las grillas antes del amor.
Pero vayamos por partes.
Jesús María Tarriba Unger es “puro sinaloense”, como la banda El Recodo, es hijo de Jaime Tarriba Rodil, quien era originario de Culiacán, y de la mazatleca Beatriz Unger Ferreira.
Sus primeros años transcurrieron en el norte del país. Pero su amor por la ciencia y las matemáticas fue mayor. Estudió la licenciatura en Física en la Universidad Nacional Autónoma de México de 1982 a 1987; por cierto, para su tesis estuvo en la Universidad de California, era un cerebrito en potencia.
Fue precisamente en los pasillos de la Facultad de Física que cupido flechó a Claudia Sheinbaum y Jesús María Tarriba. Pero el amor se esfumó después de un año, la ciencia y la grilla era primero.
Pero eso tuvo su recompensa.
Tarriba Unger es Doctor en Ciencia Física por la UNAM; incluso, por su tesis doctoral, obtuvo el premio Weizmann de ciencias exactas en 1994, reconocimiento que otorga el Instituto Weizmann de Ciencias.
Por su adición a las matemáticas, nuestro nuevo sinaloense favorito pudo desempeñarse, sin mayor problema, como especialista en modelos de riesgo financiero para el Banco de México, cargo que ocupa desde de 2017 a la fecha, de acuerdo con su perfil en LinkedIn.
Previo a su actual empleo, pero dentro de la misma línea, también obtuvo una amplia experiencia en el sector banquero, esto debido a que trabajó como analista cuantitativo en Banamex de 1994 a 1997; posteriormente, se desempeñó como analista y jefe de modelos de riesgo en Santander durante 16 años.
Jesús María Tarriba es parco ante los medios, pero de las pocas entrevistas radiofónicas concedidas, nuestro personaje describe que sus principales áreas de especialización son el desarrollo de modelos y métricas de valoración aplicadas para medir el riesgo de mercado y de liquidez en los libros de negociación y bancarios.
La historia de amor
De vuelta a la década de los ochenta, en los pasillos de Ciudad Universitaria, Claudia Sheinbaum y Jesús María Tarriba Unger se conocieron y con la convivencia diario surgió algo más que una amistad.
“Él iba un año abajo mío. Fuimos novios como un año y tres meses, algo así”, confesó la actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Por su parte, Tarriba Unger reconoce que fue torpe en el amor. “La descuidé, la perdí y sí me arrepentí”.
Tras la ruptura, Sheinbaum se involucró en la “grilla”, ingresó al Consejo Estudiantil Universitario, donde participaba Carlos Imaz Gispert, con quien se casó en 1987. Tuvieron una hija, Mariana. Tarriba no se quedó atrás, se casó y siguió su vida.
Pasaron 32 años para que se reencontraran. Ello ocurrió en 2016 cuando la entonces jefa delegacional en Tlalpan hurgaba en su cuenta de Facebook y entre los contactos encontró a Jesús María. Entonces, restablecieron la conversación. Ambos ya estaban divorciados.
A su regreso de España, donde vivió y trabajó un tiempo, Jesús María la buscó, se vieron y retomaron la relación que pausaron en su juventud.
Desde entonces, él la acompaña en su carrera política, aunque de manera discreta. En su toma de protesta como jefa de Gobierno, estuvo con ella, pero a la distancia.
Pero no pasó desapercibido, pronto comenzó a llamar la atención.
Esto orilló a Sheinbaum a tomar una decisión; a principios de en septiembre del 2021 comenzó a mencionar su relación sentimental con Tarriba Unger, en el llamado “Diálogo Circular” con habitantes de la Ciudad de México, en torno a su tercer informe de gobierno. Entonces, confesó: “Estoy enamorada”.
Posteriormente, apareció junto a ella en uno de los balcones de Palacio Nacional como invitados especiales a la ceremonia del Grito de Independencia. Junto a ellos estaban los ahora aspirantes presidenciales de Morena, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López, con sus respectivas esposas.
Esa misma imagen se repitió el 15 de septiembre pasado, pero ya bajo el contexto de la carrera por la candidatura de Morena para suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, en el que la mandataria local suele estar en primer lugar.
El pasado domingo 31 de julio, la jefe de Gobierno de la Gran Tenochtitlán hizo una transmisión en Facebook Live en la que apareció con su pareja y la guitarra que, dijo, él le regaló. Juntos cantaron “Siempre en mi mente” del cantautor Juan Gabriel.
“Así somos Jesús y yo, al natural, desafinados. Lo que importa es el amor”, escribió en sus redes junto al video.
Fue un momento demasiado meloso, derramaban miel.
En un par de ocasiones, la morenista de cepa compartió en sus redes sociales fotos junto a él como su acompañante a las giras que hace los fines de semana a diferentes entidades del país.
Por ejemplo, el pasado 13 de noviembre, cuando fue a Veracruz, aparecieron juntos en una foto durante una degustación de la comida totonaca en Papantla y dice: “Me acompaña, mi amor, Jesús”.
Durante su visita a Puebla, Tarriba Unger fue acogido por un grupo de empresarios mientras Claudia Sheinbaum exponía el trabajo hecho al frente del gobierno de la Ciudad de México.
Boda en puerta
El pasado 23 de noviembre, Claudia Sheinbaum le confesó a Martha Debayle, en su programa de W Radio, que próximamente se casará con Jesús María Tarriba Unger, su novio y compañero de la universidad y con el que vive actualmente en la Ciudad de México.
Aún no hay fecha, ni lugar; pero de que hay boda hay boda y no será fifí, dicen los allegados a la feliz pareja.