Las poblanas salieron a marchar, levantaron la voz e hicieron suyo el espacio público.

No fueron cientos, fueron miles de ciudadanas que hicieron suyas las calles de la ciudad de Puebla.

Todas unidas, todas diversas y encontraron coincidencia en su pluralidad. Todas sumadas a una causa: Construir una sociedad más equitativa, con entornos seguros, libre de violencia.

Una de las asistentes fue la diputada local por el Partido del Trabajo, Nora Escamilla, quien confesó ser una feminista en “construcción”.

“Tengo la firme intención de reconstruirme y seguir sumando a nuestra causa por mí, por las que vienen y honrar a las que ya no están, pero nos marcaron y nos ayudaron a estar aquí”, comentó la legisladora.

Tras participar en la marcha conmemorativa al 8M, la petista llamó a las mujeres a cerrar filas para construir una mejor sociedad.

“Que no logren dividirnos, enfrentarnos y utilizar nuestras diferencias para confrontarnos, que podamos en las muchas o pocas coincidencias construir una sociedad basada en la igualdad y en la que no quepa ninguna violencia contra nosotras”, señaló.

Quien también se dio cita fue su compañera de partido, la diputada Mónica Silva.

La presidenta de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, marchó por María, su hija, y por todas las niñas de este país, “para que algún día nuestras manifestaciones solo sean parte de esta historia en la que estamos luchando para cambiar el futuro de las próximas generaciones”, refirió la petista.

A la concentración, con motivo al Día de la Mujer, acudió la dirigente estatal del Partido Acción Nacional, Augusta Díaz de Rivera, y la diputada Aurora Sierra. Ellas se sumaron al contingente que partió de la Fiscalía General de Justicia.

Las panistas exigieron justicia para las mujeres víctimas de violencia vicaria.

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Las mujeres salieron a reivindicar sus derechos y visibilizar su lucha.

“Todas queremos vivir en paz”, fue una de las principales consignas de la llamada ola morada.

Además, bajo las consignas “¡Ni una asesinada más!” y “¡Contra las violencias machistas y el trabajo precario!”, los colectivos feministas expresaron una de sus mayores preocupaciones.

“Hoy no es un día de festejos, es de lucha. No queremos felicitaciones, queremos una reconstrucción como sociedad donde las mujeres verdaderamente podamos tener una vida libre de violencia”, proclamaron a su paso por la Catedral de Puebla, ante la mirada sigilosa de los ahí presentes.