Sevilla es un referente en el turismo religioso. Por décadas, la comunidad ubicada al sur de España se ha caracteriza por su fervor y devoción a las tradiciones; sin embargo, este año un cartel levantó ámpula.
En la era de las redes sociales, la nueva santa inquisición, la polémica escaló. Algunos internautas tildan la representación de Jesucristo de “amanerada”, “homosexual” o “lejos de los valores cristianos”, a los programas de televisión, donde políticos, periodistas y personajes mediáticos en general muestran posiciones encontradas.
Sin embargo, no es la primera vez que ocurre.
En la Navidad de 2017, el pintor Manuel Peña tuvo que hacer frente a una lluvia de críticas por el arcángel San Gabriel de facciones andróginas, la cual concibió para la Asociación de Belenistas.
Ahora, seis años después, la polémica volvió a estallar, cuando las redes sociales convirtieron en trending topic la imagen escogida para representar la Semana Santa sevillana, obra de Salusiano García.
En Italia, algunos medios se hicieron eco del revuelo suscitado, como la agencia pública de noticias ANSA, que habló de “polémica” por una obra “con un Cristo joven resucitado, coronado con tres espigas y apenas cubierto con un paño blanco”.
Otros medios, como Il Messaggero, fueron más allá y la calificaron de “polémica feroz” por el “Cristo gay de la Semana Santa de Sevilla” con la apariencia de “un modelo icónico tomado de la cultura queer”.
Ahí no quedó la cosa, el pasado sábado, la controversia dio un paso más cuando un usuario comenzó a recolectar firmas para reclamar la retirada del cartel, hasta el día martes tenía cerca de 10 mil adhesiones.
Algunas de estas personas no se limitaron a firmar, sino que, además, reclaman la dimisión “de este vergonzoso Consejo de Hermandades y Cofradías de Sevilla” por la designación del “infame artista y por su miserable e infame cartel (...), que insulta a todos los católicos y a todas las personas de bien, no sólo de Sevilla, sino de España y del mundo”.
Por su parte, el autor respondió a estas críticas asegurando que su intención a la hora de realizar el cartel era “anunciar la Semana Santa, que es la función de cualquier cartel”, con un “Cristo joven, bello, sin marcas ya casi de su tortura”, con su hijo Horacio como modelo.
En tanto, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, consideró “artificial” la polémica y defendió al autor, del que dijo que es “uno de los pintores contemporáneos más importantes que hay ahora mismo en nuestro país, sin duda alguna”, recalcando que, cuando se le encargó el cartel, “todo el mundo” conocía su obra.
Representantes del colectivo LGTBI también lo defendieron, como Manolo Rosado, presidente de la Red Estatal de Municipios Orgullosos, que aplaudió el cartel calificándolo de “rompedor”.