La pareja presidencial generalmente no coincide en sus atuendos para cada evento público, sin embargo, en esta ocasión sí.

Aunque dudamos que se hayan puesto de acuerdo, aparecen coordinados en colores y combinaciones.

Lo que si debemos decir es que él, a diferencia de ella, luce terrible con el largo de sus pantalones.

A ella solo le cambiaríamos los zapatos.


No sabemos si la corbata era parte del folklore por el Tianguis Internacional de los Pueblos Mágicos o fue una simple idea del alcalde para combinar con el colorido evento. Lo que sí, es que alguien dígale que tire, queme o esconda su corbata que parece más un caramelo colgado que un accesorio de elegancia


No entendemos por qué algunos caballeros insisten en que no importa el largo de los pantalones. En verdad ¿es mucho problema mandarlos a ajustar?
No solo se ven mal, sino que parece que les quedó grande el muerto.


¿Ven? Otro servidor público que no sabe que los pantalones van arriba del talón de sus zapatos. Pero Don Fabián también osa de usar el suéter y chaleco más grande de lo debido


Aquí el claro ejemplo del “chavoruco” que se niega rotundamente a vestirse de acuerdo a su edad y peor, a su trabajo.

Nuestro amigo el Morales -porque es nuestro cuate- nomás no da una con este outfit de pies a cabeza. Ni hablar, le hemos visto mejor vestido y por mucho.


Pero qué bonito es ver a personajes de la vida pública bien vestidos, caray. 
Y más los que son de la 4T que no se caracterizan precisamente por el bien justo. Don Marcelo, en su visita a Puebla, nos dio un ejemplo que ser parte del equipo pejista no significa ser fodongo y parecer hippie. Así que, aquí les dejamos la muestra