Luis Echeverría Álvarez, ex presidente de México, falleció la noche de ayer viernes 8 de julio a la edad de 100 años en su residencia de Cuernavaca, Morelos.

Nuestro personaje nació en la Ciudad de México el 17 de enero de 1922.

Echeverría Álvarez fue presidente de México de 1970 a 1976, en una etapa marcada por un partido único, el Partido Revolucionario Institucional. Antes, en el sexenio de Gustazo Díaz Ordaz, fungió como secretario de Gobernación.

Estudió la Licenciatura en Derecho por la Escuela Nacional de Jurisprudencia. Incursionó en la política como secretario particular de Rodolfo Sánchez Taboada, presidente del PRI en 1946.

Como funcionario fue director general de Cuenta y Administración en la Secretaría de Marina y Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública.

En diciembre de 1958 fue nombrado subsecretario de Gobernación (Segob); llegó a suceder al titular, Gustavo Díaz Ordaz, en 1963 y permaneció en la Secretaría hasta 1969, cuando el PRI lo postuló a la Presidencia de la República y ganó la elección.

Fue actor clave en episodios y pasajes de la historia de México de esos años como las guerrillas de los sesentas, el movimiento estudiantil de 1968, la violenta tarde del grupo paramilitar de los Halcones del 10 de junio de 1971, y una secuencia de secuestros, asaltos bancarios, bombazos, toma de rehenes, con exigencias de liberación de presos políticos de izquierda.

Tras dejar la Presidencia, fue sucedido por José López Portillo (1976-1982); fue miembro activo en la administración pública ocupando cargos como embajador ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en París hasta 1979. Asimismo, se desempeñó como representante diplomático itinerante en Australia y Nueva Zelanda.

Hagamos un poco de memoria.

Echeverría falleció un día después de cumplirse un aniversario más del episodio conocido como "El golpe a Excélsior", ocurrido el 8 de julio de 1976, el atentado contra la libertad de expresión más grande orquestado desde el poder.

Es el único expresidente mexicano que ha sido llevado ante la justicia por los cargos de genocidio y crímenes de lesa humanidad; se le giraron órdenes de aprehensión y se dictó un arresto domiciliario, pero debido a su edad no pisó la cárcel, fue exonerado de todos los cargos en 2009 por falta de pruebas.

Actor clave de las matanzas del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971, durante su sexenio se llevó a cabo una persecución y represión sistemática de los opositores, un pasaje obscuro conocido como la “Guerra Sucia”; desde que dejó el poder ha vivido alejado de los reflectores, confinado, repudiado por la sociedad y por su propia familia en una fortaleza de la soledad.

Durante su sexenio pretendió recuperar la hegemonía y legitimidad estatal aparentemente perdida tras la matanza de Tlatelolco. El 2 de octubre, él era el titular de la Secretaría de Gobernación, hechos por los que años más tarde se le acusaría y sería llevado a juicio en 2006.

Además, su gobierno se caracterizó por la incorporación de jóvenes a destacados puestos gubernamentales para neutralizar la crítica al gobierno después de la huelga estudiantil de 1968. Su política de “apertura democrática” (para contener la agitación estudiantil y la creciente formación de guerrillas) lo conducirá a tratar de reformar las organizaciones políticas y sindicales.

La familia

De los ocho hijos que tuvo con María Esther Zuno Arce, quien murió en 1999, ha enterrado a tres: Álvaro, quien fue encontrado muerto en su casa en Cuernavaca en 2020; Luis Vicente, fallecido en 2013 tras una operación en el corazón, y Rodolfo, quien a los 31 años se ahogó en 1983 tras sufrir una embolia mientras nadaba en su casa.

Por cierto, la pensión presidencial que recibió fue de 205 mil 122 pesos mensuales hasta el 2018, cuando entró en vigor la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos. Se le pagaron 83 millones de pesos por concepto de pensión en tres décadas; estas prestaciones significaban para el país un gasto estimado de 44.4 millones de pesos al año.

La última aparición pública del expresidente Luis Echeverría Álvarez ocurrió en abril de 2020, cuando regresó a Ciudad Universitaria para recibir la vacuna contra covid-19.