No es broma.
El diputado morenista, Manuel Alejandro Robles Gómez, presentó iniciativas para hacer de la conferencia matutina del presidente de la República un mandato de Ley.
Mediante un comunicado, el parlamentario detalló que su propuesta reforma el artículo 90 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el objeto de instituir las conferencias de prensa matutinas de rendición de cuentas y transparencia de la persona titular del Ejecutivo Federal; asimismo, crear la ley reglamentaria.
“La conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha convertido en el principal canal de comunicación y en la herramienta capital del presidente y del Gobierno Federal. Por ello es imprescindible institucionalizarla y sea ordenada por la ley”.
Agregó que, además de ser un mecanismo de comunicación política del mandatario con el pueblo de México, es en esencia un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas.
El legislador lo describe en los términos siguientes: “Los titulares de las dependencias de la Administración Pública Centralizada Federal, al ser llamados a responder los cuestionamientos que plantean periodistas, demuestran el talante democrático, de apertura y de rendición de cuentas con que cuenta la conferencia matutina del presidente López Obrador. Él mismo, al dar la cara diariamente e informar a la nación, está realizando un ejercicio de transparencia y rendición de cuentas a través de la ‘mañanera’”.
“La mañanera será un ejercicio de rendición de cuentas obligado para toda persona que ejerza la Presidencia de la República; la práctica obradorista de dar la cara todos los días será legado democrático para el pueblo de México”, concluyó.

La herencia de AMLO
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha perpetuado una manera inédita de gobernar mediante sus conferencias de prensa, las “mañaneras”, a las que dedica una media de 109 minutos al día y durante las que nunca se ha tomado un vaso de agua.
Por cierto, el investigador, escritor y director del Centro de Análisis Spin, Luis Estrada, presentó la semana pasada en el Senado su libro su libro “El Imperio de los otros datos: tres años de falsedades y engaños desde Palacio”, en donde evidenció que las mañaneras más allá de ser un ejercicio de trasparencia y rendición de cuentas, en realidad son actos de propaganda política.
Tan solo en sus primeros tres años de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho 67 mil mentiras y en lo que va de toda su administración ha expresado 86 mil respuestas que resultan falsas, engañosas o difícil de comprobar, afirmó.

La observación
Por su parte, Gerson Hernández, experto en relaciones públicas, ha estudiado las mañaneras en una tesis de su maestría en la Escuela de Periodismo Carlos Septién y concluye que “López Obrador ha mantenido el mismo discurso maniqueo de buenos y malos desde que comenzó su carrera política en su estado natal de Tabasco”.
“Las mañaneras muestran las contradicciones permanentes del presidente con una reiteración de mensajes destinados casi exclusivamente a sus simpatizantes”, asegura Hernández.
La mayoría de esos mensajes, según Hernández, no son recogidos por los medios de comunicación por la falta de estrategia en la selección de los temas del día.
“López Obrador representa los excesos de la personalización de la acción de Gobierno. Un solo hombre enarbola a todo el Gobierno. Todo gira en torno a él con una excesiva concentración del poder que, en definitiva, no beneficia a su legado”, asegura Hernández.
Por cierto, el héroe de Macuspana abusa de la improvisación y cuando reconoce la información sobrepone frases como: “yo tengo otros datos”.












