La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado de Puebla reportó una significativa reducción en los casos de linchamientos e intentos de linchamiento. 

El titular de la dependencia, vicealmirante Francisco Sánchez González, atribuyó esta disminución a la aplicación de un protocolo de atención inmediata y a la coordinación efectiva entre los tres niveles de gobierno.

Sánchez González presentó datos comparativos que demuestran el cambio. Mientras que en la anterior administración, del 1 de enero al 13 de diciembre de 2024, se registraron 169 intentos de linchamiento y 9 linchamientos consumados, las cifras de la actual gestión, del 14 de diciembre de 2024 al 24 de agosto de 2025, muestran una notable baja: 49 intentos de linchamiento y 3 linchamientos consumados.

El funcionario destacó que estas estadísticas reflejan el éxito de la estrategia gubernamental para intervenir de manera oportuna en situaciones de crisis social. "Quisiéramos que no existiera ningún homicidio que lamentar, pero resulta complicado contener a una multitud enardecida", reconoció Sánchez González, y añadió que los resultados actuales son una prueba de que "el protocolo funciona y que la coordinación entre autoridades permite prevenir que más casos se consumen".

Para clarificar los términos, el titular de la SSP detalló las diferencias entre los eventos:

Retención: Ocurre cuando la población detiene a una persona sin ejercer violencia física.

Intento de Linchamiento: Se registra cuando la persona retenida es agredida, pero es rescatada con vida por las autoridades.

Linchamiento Consumado: Implica la muerte de la persona a manos de la multitud, generalmente bajo la presunción de un delito.

Sánchez González subrayó que la indignación social, a menudo alimentada por la reincidencia delictiva y la percepción de impunidad, no justifica que la población "tome la justicia por su propia mano".

El funcionario se refirió al caso más reciente en Cuautlancingo, donde, a pesar de la activación del protocolo, una persona agredida por habitantes falleció. "Pese a la activación del protocolo, la persona ya había sido golpeada previamente", concluyó, lo que ilustra el reto que enfrentan las autoridades para llegar a tiempo y desescalar la violencia.