No eran víctimas de Tanos, pero en un chasquido se desaparecieron del escenario, convirtiéndose en ex presidentes municipales; y para mantener su poderío en sus respectivas aldeas, algunos aprovecharon la reelección, pero no les alcanzó la suerte y regresaron como los grandes perdedores, y otros -resignados- decidieron terminar su trienio.
Ahora son unos apestados, perseguidos y señalados por sus predecesores al dejar un supuesto chiquero económico y político en el municipio y sus arcas.
¿Quiénes son? Claudia Rivera Vivanco, Karina Pérez Popoca, Luis Alberto Arriaga, Lupita Daniel, Artemio Caballero y Guillermo Velázquez.
Veamos
Claudia Rivera Vivanco

Algunos poblanos se preguntarán: ¿y dónde está la que “tenía un plan para Puebla”? Básicamente se fue a llorar a su penthouse ubicada en la zona de San Andrés Cholula y desaparecer de la escena pública.
La que presumía su Barrio, pero huyó de él en cuanto ganó las elecciones del 2018 es la mismísima Claudia Rivera, en medio de escándalos al interior de su gabinete, falta de obras, quehacer político y un evidente enfrentamiento con el inquilino de Casa Puebla, preparó sus maletas y se fue como las chachas, por la puerta trasera, porque al final, su barrio ni la respetó ni la respaldó en las elecciones del 2021.
Eduardo Rivera, su predecesor, no dudó en evidenciar las casi 2 mil observaciones en el proceso de entrega-recepción. Y como no lo iba a hacer, si su administración detectó irregularidades en varias carpetas de 20 dependencias y 7 entidades; echándole el muertito a la orgullosamente militante de la 4T.
Y seguramente se volverá a preguntar: ¿en qué se gastó el dinero del gobierno municipal? Pues básicamente en ella, porque en el municipio ni se vio reflejado.
Es probable que, por las prisas, se le “olvidó” comprobar la lana federal que le mandaron para el rubro de seguridad, algo así como 1.4 millones de pesos, o también nuestra despistada activista descuidó su misión y dejó irregularidades sin querer queriendo por 1 millón 478 mil pesos detectados por la Auditoría Superior de la Federación, en su tercer año de gobierno.
Pero esta cruz la viene arrastrando desde su primer y segundo año como alcaldesa, pues la ASF detectó un posible daño patrimonial por la exorbitante cantidad de 12 millones de pesos.
¿Y la seguridad apá? Más de un centenar de poblanos viven para contar algún episodio de inseguridad en la capital poblana. Usted no está para saberlo, pero nosotros se lo contamos, hay un documento del 20 de febrero donde señala que no existe certeza que el Ayuntamiento haya destinado 849 mil 150 pesos para realizar los exámenes de control y confianza a 333 elementos policiales, ¡por eso estamos como estamos!
Pero como diría el clásico, esto apenas es el comienzo, si algún poblano requería el apoyo de los señores justicia, pues la ayuda no llegaba rápido ¿y sabe por qué? ¡Porque la administración de Rivera Vivanco compró 13 motopatrullas incompletas! dinero que, por supuesto, utilizó del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento Municipal (Fortamun), los vehículos motorizados no contaban con defensa delantera o no tenían torreta; y una más anda perdida con un valor de 245 mil 688 pesos, y de la que nadie sabe y nadie supo.
Ah, y también arrastra observaciones en este mismo rubro de seguridad pública por el orden de los 10 millones de pesos.
Siguiendo con el tema de vehículos, también detectaron irregularidades en el contrato del parque vehicular por el orden de los 319 mil 394 pesos, aunque en la realidad eran más carcachas a punto de desbaratarse que carros óptimos para que el personal pudiera usarlo adecuadamente,
En obra pública -y sabemos que le da risa porque no hay nada- de acuerdo al informe de fiscalización publicado en octubre del año pasado, la ASF también detectó otro daño patrimonial por 10 millones 612 mil pesos, por pagar anticipadamente una obra sin amortización.
Y si esto no fuera suficiente, el gobierno de Claudia Rivera también “se le olvidó” cobrar sanciones por 64 mil 610 pesos a contratistas que no cumplieron con los plazos legales acordados, y por vicios ocultos
Pero en 2020 salió a presumir “la ayuda” que darían por la pandemia que afectó a los poblanos. Seguramente recordará los kits prometidos con diversos materiales para repartir en las juntas auxiliares o en las escuelas (caretas, cubrebocas, sanitizante, cloro, dosificadores, dispensadores y hasta lavamanos), pues adivine…tampoco pudo comprobar la adquisición de diversos materiales.
Y como olvidar el perro oso de los ventiladores usados que donó al gobierno del Estado -tráganos tierra-; su amiguitsimo, “aliado” y entonces secretario de Administración, Leobardo Rodríguez -amigo y gente cercana a Guillermo Aréchiga-, tuvieron el atrevimiento de entregar este equipo como nuevo, pero afortunadamente el secretario de Salud, José Antonio Martínez, detectó que eran piratas, estaban viejos y usados; e inmediatamente avisó al gobernador las porquerías que querían entregarles y que obviamente no las aceptarían.
Después de este pequeño resumen de irregularidades, y con conocimiento de causa por parte de los colaboradores de Claudia Rivera, el también ex tesorero y ahora flamante regidor, Leobardo Rodríguez, pide que “no haya una cacería de brujas” y la investigación sea conforme a la ley…mijo no sea cínico, hay que ser puercos, pero no trompudos.
En un intento por revivir su ya tan criticada imagen y dizque trabajo por la capital poblana, Claudia Rivera tuvo el atrevimiento de asistir a la inauguración de una casa de gestión de los regidores de Morena, para posteriormente encerrarse a piedra y lodo en una oficina. El objetivo: huir de los medios para evitar los cuestionamientos sobre las irregularidades denunciadas por Lalito Rivera, y todo lo que le acabamos de contar.
Hasta el momento sigue como fantasma, apareciendo y penando -con pena ajena- en algunos rincones de la ciudad y las redes sociales, para hacer “visible su apoyo al gobierno de López Obrador”.
Karina Pérez Popoca

Otra activista que también pensó que ganar una reelección eran enchiladas fue Karina Pérez Popoca, por más que intentó convencer a los sanandreseños que era la “buena”, el portazo en la cara fue evidente y Mundo Tlatehui, candidato del PAN, cobró su venganza en la elección del 2018.
La aliada del gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, pensó que podría ocultar el dinero que quedó a deber, para ella son nimiedades y poquitos milloncitos, algo así como 2 millones a la CFE, unos 3 millones más con el relleno sanitario municipal, 28 millones que recibió por parte de la Secretaría de Bienestar del Gobierno del Estado y que debía destinar a las acciones de vivienda, aunque es probable que haya entendido que ese dinero sería para otro tipo de viviendas y vividores.
Igual por las prisas de hacer sus maletas antes de que le dieran una patada, se le “olvidó” decir que su administración registró un subejercicio mayor a 365 millones de pesos, pues en 2021 se le designó la fabulosa cantidad de 546 millones de pesos.
Tan solo en marzo del año pasado, presumió con bombo y platillo el Mercado Municipal, obra que fue realizada con presupuesto federal por el orden de los 35 millones de pesos y adjudicada sin licitación, pero no contaba con la astucia de los medios al retratar que el dichoso Mercado estaba inconcluso.
Pero el cinismo no tuvo límites y menos a la hora de transar. Cuando la ex alcaldesa decidió operarse en el 2020, -según “en congruencia con sus ideales de austeridad”-, en la Cruz Roja por una ruptura de los ligamentos del tobillo izquierdo, hecho que hasta inmortalizó en una foto con el médico encargado de atenderla; la cuenta fue de 103 mil 513 pesos con 21 centavos, entre hospitalización, pago de honorarios y un implante ortobiológico, peeeero cuan chapulín colorado, no contaban con su astucia, y Pérez Popoca recibió, a costa del erario público de su municipio, un reembolso para recuperar lo invertido en su salud.
La ex funcionaria activó todo su poder arácnido para que el mismo Ayuntamiento le hiciera dos transferencias bancarias para cubrir los gastos hospitalarios, honorarios del médico y el implante. La primera transacción fue de 14 mil 473 pesos con 21 centavos, y la segunda por 89 mil 40 pesos, las cuales fueron dirigidas a la cuenta de BBVA 012650015124291801, teniendo como beneficiaria a nada más y nada menos que a María Fabiola Karina Pérez Popoca.
Aunque sigue presumiendo su activismo, en la oscuridad continúa lamiéndose las heridas por sus malas decisiones y acciones, esperando que la velita que tiene encendida, le indique el camino al gabinete estatal.
Luis Alberto Arriaga

Otro ex alcalde que también tuvo y tiene reflectores, desde que era conductor de noticias, es Luis Alberto Arriaga; su primer escándalo fue cuando pintó su raya con su predecesor, José Juan Espinosa Torres -prófugo de la justicia- y gobernar con total libertad sin tener encima a su ex amigo y compadre.
Arriaga tuvo un presupuesto de más de 381 millones de pesos de enero a septiembre del 2021, y un subejercicio de 129 millones de pesos.
El chaparrito bigotón y bonachón también es recordado por los problemas que heredó a la nueva administración que encabeza Paola Angón, en el tema de recolección de basura, pues dejó de pagar nueve facturas a la empresa “O-Olimpia”.
Y cuando sale un ex edil, no faltan las diversas acusaciones de las que se hacen merecedores, y Arriaga Lila no fue la excepción, pues los integrantes del Comité del Sindicato del Ayuntamiento de San Pedro Cholula aprovecharon su momento para acusarlo por inflar la nómina, teniendo como cómplice a la líder del gremio, Maribel Jiménez.
A decir de los inconformes, solo 376 trabajadores que laboran, solo 233 están reportajes ante el Tribunal de Arbitraje, y el resto -115- no aparecen en nómina.
Aunque fue señalado por “traicionar” a Morena, partido que lo arropó para buscar la alcaldía de San Pedro Cholula, y apoyar a Paola Angón; ahora está a la espera que sus cuentas públicas pasen sin tanta traba y mostrarse como un edil que supo manejar su gobierno sin cargar un lastre.
Lupita Daniel

Lupita Daniel, ex alcaldesa de Cuautlancingo, tampoco se salva de las acusaciones, y ahora enfrenta una por dejar una deuda de 7 millones de pesos en el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de dicho municipio.
Por si esto fuera poco, y a horas de dejar su cargo, los trabajadores de dicho organismo aplicaron los brazos caídos en respuesta a la negativa que recibieron para el pago de su liquidación, dejando sin agua a cientos de familias de dicho municipio.
La también ex candidata fallida de Morena, enfrentó manifestaciones y hasta la quema de patrullas por la falta de servicios.
El actual edil de Cuautlancingo, Filomeno Sarmiento Torres, prometió -desde su llegada a la administración- que revelaría todas las irregularidades detectadas y heredadas por la ex funcionaria, pero anticipó una deuda por más de 10 millones de pesos, el mal estado en que se encontraba el recién inaugurado CIS con falta de personal y mobiliario.
Otro problema que también registraron, a decir del alcalde, es la nómina abultada en el Sistema DIF Municipal, así como un sindicato sembrado con 181 trabajadores.
Si bien todavía no se revela el monto de las irregularidades que se le atribuyen a la ex funcionaria, también sigue perdida en el tiempo y el espacio con la cabeza escondida, como un avestruz, esperando el momento ideal para levantarla y hasta buscar algún hueso.
Tehuacán, el desastre

Si existiera un premio al municipio más caótico, ese seguramente sería Tehuacán. Este municipio no ha visto la suya, pues sigue siendo un completo chiquero, desde Felipe Patjane -detenido en 2019 al tratar de huir del país por actos de corrupción- hasta Artemio Caballero López, pasando por el actual edil, Pedro Tepole.
El desastre político, económico y social que vive Tehuacán no tiene fin, Artemio Caballero desapareció para no firmar el acta de entrega-recepción, no entregó los estados financieros y bienes de la administración, además de dejar las arcas vacías.
Además, enfrenta una acusación por gastar 28 millones de pesos de los 55 millones de pesos asignados al municipio por concepto del Fortamun.
El manejo de la basura tampoco es el fuerte de este municipio, puesto que no contaba con un buen sistema de recolección, falta de cobertura en rutas y saturación de contenedores, crisis que desembocó en el cierre del acceso al relleno sanitario por parte de los habitantes de Santa María Coapan, obligando a los 12 camiones recolectores suspender el servicio, ocasionando al mismo tiempo la acumulación de 250 toneladas diarias de residuos.
Esta labor se ha visto entorpecida y en crisis gracias al pleito legal heredado por la ex edil Ernestina Fernández, tras rescindir el contrato que tenían con la empresa Olimpia, y ante la poca visión y capacidad jurídica de Caballero López, el municipio también tendrá que pagar 150 millones de pesos a la compañía.
Además de obras inconclusas, como la construcción de dos palacios en un mismo número de juntas auxiliares, el ex edil también dejó calles mal pavimentadas, tal y como han denunciado los habitantes de Tehuacán.
En cuestión de tecnología, Artemio Caballero también demostró que tampoco es su fuerte, pues la digitalización de documentos antiguos con un escáner cenital adquirido por el ex funcionario, tampoco se llevó a cabo y los archivos quedaron arrumbados, cual muñeca vieja, en una bodega.
El desastre que dejó Caballero López es el resultado de la falta de oficio político, y negligencia, dejando una crisis inédita en la historia de Tehuacán, heredando además una larga lista de juicios perdidos y contratos abusivos.
Guillermo Velázquez

El panista Guillermo Velázquez pasó con más pena que gloria como edil de Atlixco. En materia de subjercicio, el ex funcionario solo desglosó de manera general, información hasta julio sin especificación por dependencia.
De acuerdo al reporte entregado por la Comisión de entrega-recepción de Atlixco, el panista se sirvió con la cuchara grande, puesto que detectaron operaciones simuladas, compras con sobreprecio, pagos indebidos, así como un daño patrimonial de 15 millones de pesos.
Por si esto fuera poco, el panista dejó una deuda de 61 millones 945 mil 357 pesos, entre otras irregularidades, por lo que esta comisión reportó 2 mil 120 observaciones por inconsistencias en la administración de Velázquez Gutiérrez.
Para tratar de tapar el ojo al macho, el equipo de ex edil ha tratado por todos los medios para desestabilizar a la administración actual, y como consecuencia de ello, su ex secretaria general, Erika Armenta Pérez, fue detenida por mitotera, es decir, por alterar el orden en las oficinas de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Atlixco.
Por el momento, el panista seguirá desviando la atención con respecto a las irregularidades, y buscará por todos los medios tirarse al piso, haciéndose el occiso cuando lo llamen a enfrentar los problemas que heredó al municipio.