Tras ser un lugar ocupado como centro del exceso y arrogancia, este fin de semana Casa Puebla dejará de ser privada y abrirá sus puertas para que todas y todos los poblanos realicen actividades recreativas a su interior, anunció el gobernador Miguel Barbosa Huerta.

En videoconferencia de prensa, el titular del Ejecutivo lamentó que, en el pasado, dicho inmueble fuera ocupado por las personas que estaban en el poder para tener una vida exclusiva y que contaba con todos los mecanismos de seguridad para impedir que la población se acercara.

Detalló que, tras concluir los trabajos de reconversión, Casa Puebla ahora cuenta con espacios culturales, recreativos y de descanso.

Entre las adecuaciones, explicó, fue colocada una concha acústica, juegos infantiles, área sensorial, gimnasios, así como puntos para exhibiciones artesanales.

Asimismo, dijo que hay animales, un área verde de siete hectáreas para hacer ejercicio y próximamente una clínica veterinaria, entre otros atractivos para la convivencia familiar.

Barbosa Huerta recalcó que su administración nunca más impulsará centros faraónicos y de arrogancia del poder, ya que ese modelo de gobernar quedó en el pasado y hoy son ejecutadas acciones reales para promover el bienestar de todas y todos los habitantes en la entidad.

Un viaje al pasado

La vetusta casona, situada a las faldas de los cerros de Loreto y Guadalupe, inaugurada en 1978; fue concebida para recibir visitas distinguidas.

Los años de crispación en Puebla llegaba a su fin, tras 12 años aciagos, en donde hubo seis gobernadores.  

Hace un par de años, el periodista Raúl Torres Salmerón contó en su columna Sin Límites el origen de la casona de Los Fuertes, la cual fue inaugurada el 15 de enero de 1978, por Ricardo García Sainz, entonces secretario de Programación y Presupuesto. Ítalo Altieri, entonces director de Finanzas fue el encargado de comprar la casa y fue remodelada por el arquitecto Ricardo Hernández Franco, director de Obras Públicas.

El inmueble, ubicado en Calzada de Los Fuertes sí tiene número, es el 110. La original Casa Puebla fue construida por el ingeniero Carlos I. Betancourt con estilo californiano antiguo de los años 30 y 40 del siglo pasado.

Entre los políticos se decía que era la Casa de las Muñecas. En el pueblo se hablaba de la Casa de los Claveles, por el doble sentido de que se la “clavaron” del erario, relata Salmerón en el texto de marras.

Los años transcurrieron. Guillermo Jiménez Morales llegó al poder y logró que el gobierno federal, de ese entonces, cediera al estado una buena parte de la zona histórica de Los Fuertes para agrandar la propiedad. En la casa se hicieron adaptaciones diversas, como salones de juego, billar incluido y una bodega de vinos. También construyó una alberca en el anexo.

Después, Mariano Piña Olaya remodela la casa principal, pues con el tiempo se deterioró y coloca pinturas de museos y piezas arqueológicas protegidas por el INAH. Del estilo californiano antiguo pasó a ser de tipo mexicano, al estilo del famoso arquitecto Luis Barragán.

Manuel Bartlett no realizó mayores transformaciones, solo pequeños arreglos, incluido el helipuerto. Melquiades Morales Flores no hizo cambios mayores y aunque tenía casa en Puebla Capital, vivió su sexenio en el inmueble.

Mario Marín Torres conservó el estilo mexicano del inmueble, pero mandó construir una cancha de pasto para jugar futbol.

Quien no se midió fue el panista Rafael Moreno Valle. Gastó 66.6 millones de pesos en la remodelación de Casa Puebla, sobre todo en la zona del anexo donde invirtió en construir y remodelar la palapa, la alberca, la casa de visitas y una cancha de tenis y unos inmensos salones para todo tipo de reuniones. Mediante computadoras, mientras se ejercitaba, vigilaba la marcha de los funcionarios y sus programas de gobierno.

Con Tony Gali, el único cambio que realizó es que organizó los fines de semana, recorridos de visita al inmueble. Marta Érika vivió allí los diez días en que despachó como gobernadora. Guillermo Pacheco Pulido la cerró y declaró que no viviría en la casa.

Ahora dicho recinto estará a disposición del pueblo.