María Clemente García, la polémica legisladora morenista, le encanta estar en el ojo del huracán cuando no es en San Lázaro es en cualquier rincón de la Ciudad de México.

Ahora, nuestra legisladora acusó de clasista al gimnasio Sports World por pedirle apagar su bocina en la que escuchaba reguetón mientras hacía ejercicio y, además, negarle reproducir dicho género musical en el sonido ambiental.

“Que quede constancia de que este es un club clasista. Miren, aquí escuchan sólo música clasista. Le solicité que pusiera reguetón y no quiere poner reguetón”, reclamó en un vídeo grabado por ella dentro del gimnasio y compartido en su cuenta de Twitter.

María Clemente asegura que el recinto le prohibió escuchar el género en una bocina que llevó al sitio porque le dijeron que “la música electrónica tiene la frecuencia adecuada para hacer ejercicio”; algo que no está de acuerdo nuestro personaje.

En la era del clic y el like, el video se viralizó; ahí se observa a la legisladora señalar al recinto, así como a uno de los empleados.

Clemente relató que el jueves acudió al gimnasio Sports World, ubicado en Reforma, tras adquirir una membresía en diciembre del 2022. Al percatarse que sus audífonos no tenían batería, utilizó una bocina que “siempre” carga para poner música.

“Utilice mi bocinita porque a mí me gusta hacer ejercicio escuchando a la Bellakath, porque soy su fan”, escribió en Twitter.

Sin embargo, el coordinador del recinto le solicitó apagarla, apelando a las reglas del gimnasio.

“El coordinador del gimnasio me solicitó que apagará mi bocinita, a lo cual le solicite que por supuesto lo haría si cambiaran la música de las bocinas del gimnasio, a lo cual se rehusó, pues argumentó que la música electrónica tiene la frecuencia adecuada para hacer ejercicio”, aseguró.

Asimismo, compartió un video en el que acusó al comercio de clasista y pidió al sitio que compruebe “científicamente que solamente hay un ritmo para hacer ejercicio y que el reggaetón no es ese”.

Sin embargo, señaló que el club reproduce otros “géneros y ritmos”. “No pueden poner reggaetón, pero si pueden poner a pop”, recalcó.
Detalló que los entrenadores del gimnasio “subieron el volumen de las bocinas del gimnasio” para que las suyas “no se escucharán”.

“Ellos apelaron a las reglas del gimnasio, toda la mañana mientras a mí la mujer trans morena le pedía no escuchar reggaetón, a otro usuario extranjero que usaba los pasillos, ningún entrenador, ni ningún gerente o usuario le dijo absolutamente nada mientras violaba el reglamento”, relató en su cuenta de Twitter.