Los demonios andan sueltos en Puebla y la FAUNA POLÍTICA lo sabe. Conforme transcurren los días, la lista de aspirantes a candidatos a la gubernatura del estado crece como levadura de cerveza.
Morenistas, panistas, priistas, aliancistas levantan para encabezar las tropas de sus partidos en la contienda electoral del 2024.
Todos sueñan con despachar en Casa Aguayo o en el CIS de Angelópolis; algunos levantan la mano para ser tomados en cuenta para otro cargo, léase senador o senadora, legislador federal o local, candidato alcalde o alcaldesa, una regiduría. El chiste no es quedarse fuera de esta apetitosa lista. Está en juego mucho y vivir fuera del presupuesto es un error.
Veamos quienes aspiran a la gubernatura algunos van en serio otros levantan la con tal de convivir
El senador Alejandro Armenta lleva un buen rato haciendo trabajo de campo para posicionarse como la figura política más conocida en el estado.
En estos últimos meses, el presidente del Senado divide su trabajo tanto en la Ciudad de México como en el estado de Puebla; pero, siempre haciendo un guiño a los poblanos.
Ignacio Mier, el coordinador de la bancada morenista en San Lázaro, sueño con seguir los pasos de su mentor el ex gobernador Manuel Bartlett Díaz.
El legislador no se cansa de publicitar su imagen en espectaculares y bardas; a pesar de tener años en la escena política es poco conocido entre los poblanos. Sin embargo, confía en el cobijo del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, para hacerse de la candidatura a la gubernatura del estado.
Julio Huerta sueña con seguir los pasos de su primo Miguel Barbosa, es una de las cartas del actual grupo en el poder. Cierto, rema contracorriente y estos meses serán claves para posicionarse en el imaginario colectivo.
Para alcanzar su cometido, el secretario de Gobernación teje alianzas con los alcaldes leales al barbosimo. Las bardas con la leyenda “Ya es Julio”, tapizan las principales carreteras del estado; además, confía que Claudia Sheinbaum lo catapulte en sus aspiraciones. Julio Huerta es uno de los principales promotores de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Olivia Salomón es una de las principales cartas para encabezar desde Puebla los estandartes del partido guinda. La actual titular de la Secretaría de Economía tiene todo a favor para hacerse de la candidatura al gobierno del estado; sólo depende de la decisión que se tome en la cúpula morenista. Ella está más que puesta.
Una de las ventajas es su inmejorable relación con Claudia Sheinbaum, la “corcholata” favorita para hacerse de la candidatura a la Presidencia de la República. Eso, al final, puede marcar una diferencia.
El nombre de María Luis Albores comienza a tomar fuerza. La semana pasada, la titular de la Semarnat reiteró sus intenciones por buscar la candidatura a la gubernatura del estado de Puebla. La morenista de cepea confía en su trabajo, a nivel federal para amarrar sus aspiraciones.
Claudia Rivera Vivanco, el pasado fin de semana, se destapó ante los suyos y reiteró sus intenciones por ser la guía de los morenistas en el proceso electoral del 2024. La ex alcaldesa confía en las buenas relaciones que mantiene a nivel nacional para ser la favorecida en el proceso interno.
El ex secretario de Gobernación, David Méndez, sueña con despachar desde Casa Aguayo, pero ahora en la oficina principal, no quiere ser más la sombra del gobernante en turno; no tiene una estructura fuerte, pero confía en que su lealtad al movimiento obradorista rinda frutos.
Por la oposición, Eduardo Rivera es la carta más fuerte a la gubernatura del estado, si bien está interesado en participar, el alcalde de la ciudad de Puebla espera los tiempos para mover pieza y perfilarse a la batalla del 2024.
La diputada federal Ana Teresa Aranda también ya levantó la mano, la ex dirigente panista Genoveva Huerta sueño con despachar desde el edificio ejecutivo del CIS, como Martha Erika Alonso; al igual que el dirigente priista Néstor Camarillo, la senadora Nancy de la Sierra, Javier Lozano Alarcón, ex funcionario federal, todos presumen tener las cartas suficientes para hacerse de la candidatura por la alianza opositora.
La lista de aspirantes crece conforme se acerca el veinte-veinticuatro. Muchos levantan la mano para tener un hueso seguro en alguna de las tantas boletas electorales que estarán en juego el próximo año.