El Gobierno del Estado de Puebla, encabezado por Alejandro Armenta, mantiene su compromiso con el deporte en la entidad al brindar su apoyo a las y los deportistas que representan con orgullo a la entidad, como es el caso de la pugilista Gaby “La Bonita” Sánchez.
Durante la conferencia de prensa de este jueves, el gobernador Alejandro Armenta felicitó a las y los boxeadores por su destacado desempeño, reconociéndolos como ejemplo del esfuerzo de más de mil deportistas que participaron este año en competencias escolares y en la Olimpiada Nacional CONADE. Destacó que más de mil jóvenes y sus entrenadores recibieron apoyo para asistir a estos eventos, y que quienes obtuvieron medallas también serán beneficiados.
Asimismo, anunció que próximamente se revisará la entrega de becas con un enfoque multidisciplinario, que incluirá no solo apoyo económico, sino también acompañamiento psicológico, equipamiento, participación en eventos y fogueo, a fin de fortalecer su desarrollo integral como deportistas.
Por su parte, la boxeadora poblana expresó su agradecimiento a sus compañeros de entrenamiento: Alan Cuatecatl, Edgar Ortiz, Alejandro Tlacuilo y Christian Michimani, quienes contribuyeron para su preparación en la pelea efectuada el pasado 8 de noviembre en el Auditorio GNP, combate inconcluso por un corte en la ceja izquierda por parte de la pugilista argentina, Tamara Demarco.
“Acudimos el pasado martes a la Ciudad de México a rueda de prensa convocada por el presidente del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Mauricio Sulaimán, donde se explicó la decisión del empate técnico por la cortada en la ceja de mi oponente, di un golpe directo que le abrió, si se dio un cabezazo producto de la propia pelea. Se detuvo en el segundo round el combate y se decretó revancha inmediata para febrero, nos estamos preparando para que el cinturón se quede en Puebla”, dijo la boxeadora.
El presidente del CMB le hizo entrega a Gaby “La Bonita” Sánchez del cinturón conmemorativo del Día de Muertos, pieza seleccionada por el maestro José Francisco Salanueva, el cual fusiona símbolos ancestrales compuestos por un cráneo dorado que simboliza la inmortalidad, una corona de cempasúchil que actúa como guía para las almas y detalles morados que evocan el duelo y la gloria eterna.










